sábado, 31 de octubre de 2009

Despertar en el campo

Desperté esa mañana, desde mi habitación se oía venir desde el gallinero el canto del único gallo y más lejano, el mugir de las vacas en la manga. Yo sonreí y me metí más en la cuevita de mi cama de caño y sunchos. Escuché los pasos que se acercaban a la puerta de la pieza, y era ella, Rosa, que venía como todas las mañanas a levantar la persiana para mostrarme lo lindo que el sol brillaba….Tenía más o menos siete años, un mundo lleno de juegos y aventuras. Mientras me desperezaba oía los planes del día que ya los adultos habían determinado tiempo atrás. El tío había dicho “Hoy hay que vacunar hacienda”, lo que a mi me importaba era que vendrían mis primos y entre todos haríamos mil cosas…Los adultos hablaban sobre la lluvia que no iba a superar los quinientos milímetros, del nuevo gobierno nacional y sus planes para “mejorar”, hablaban de que la plata no alcanzaba….Abro los ojos, reflexiono y digo: “¡¡como hoy!!”, pero quiero seguir recordando y los cierro nuevamente, apretándolos fuerte! con siete años en la mente!.

Desayuné una taza de leche recién ordeñada, con pan, crema y dulce de leche “todo caserito” como decían las mujeres con orgullo y una sonrisa. Enseguida me mandaron afuera a jugar. Ni bien fui al gallinero a saludar a todas esas prolíferas madres y sus crías, escuché los perros que ladraban corriendo hacia la tranquera quizás contentos por ver gente llegar o tal vez enojados porque les invadan el lugar. Eran mis primos, tíos, tíos abuelos los que llegaban puntualmente, las siete de la mañana y como decía mi primo mayor “la fiesta arrancaba”……

Despierto lejos de aquel mundo, lo traigo a mi presente cada vez que cierro los ojos y busco sonreír por el recuerdo bello de mi infancia, allá en el campo, allá en mi tierra lejana.

1 comentario:

  1. qué sentimientos eli!!... no se puede negar que los escribiste desde el alma!!! (gisele)
    pd/ todavía no soy una experta escribiendo comentarios! ja

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