Campos amarillos

Campos de flor amarilla anuncian la llegada de una buena época
que me llevan a los….
campos eternos, sin alambrados los que alguna vez vio mi abuelo,

los que aparecen en mis sueños …..

campos sin dueños ni establos, con ganado suelto y manso,

con caballos salvajes corriendo contra el viento…

campos de mis pagos, campos de mis deseos,

de cielo limpio que no saben de herramientas…..

campos en los que volaban teros, corrían liebres y proliferaban

peludos, tucu tucu, yararás y varios perros
cómo quisiera que existan esos campos abiertos
con horizontes profundos e inalcanzables
capaces de hacer que el hombre avance

campos tan inmensos que alcanzaría para todos

los que tienen hambre

campos que son de unos pocos, los que son tan grandes…..

campos de flor amarilla son los que mis ojos contemplan

viendo que ella se esparce de manera inquieta,

porque no tiene freno, porque del sol se alimenta

campos que piden lluvias y el hombre las aleja

que dicen a gritos que les quitamos el aire, la libertad y la esencia

campos que duelen al verlos porque la sequía los atraviesa

porque el diluvio los cubre o el fuego los quema

campos que al oírlos, se quejan

que olvidan su pertenencia a la tierra y se encuentran perdidos

sin poder huir , porque son inevitablemente presas

campos que miran mis ojos, son amarillos

y el amarillo para mí es vida, esperanza y existencia.

La Patagonia

Según me cuentan los que lo conocieron, era un señor que no creía en las señales ni en el destino. Era analfabeto pero eso no lo condicionaba para ir por la vida buscando su espacio, probando distintos trabajos y arriesgándolo todo por ganar algo, sin darse cuenta que tenía la gloria en frente de sus narices.

Vivía en una precaria casa sin carteles que señalizaran el nombre de la misma. Pero ocurrió que un día, por problemas cloacales tuvo que averiguar el nombre de la misma y la viejecita de al lado le dijo “la calle se llama Patagonia”…Ese fue el primer indicio pero él sólo utilizó la información para aquel trámite.

Luego de dos días, en medio de la noche se despertó agitado porque soñaba con estar atravesando la Patagonia, se sintió aliviado al notar que sólo era un sueño pero a la vez excitado. Después de esto no quiso pensar más y siguió viviendo el día a día.

Cuando quiso conseguir un nuevo trabajo le solicitaron una fotocopia del DNI, documento que él mismo decía que no le servía para nada y por eso estaba guardado en el fondo del baúl. Al realizar la inscripción la señorita que lo atendió leyó en voz alta su nombre completo “Antonio Patagonia Suarez” al oír su nombre el señor se quedó silente pensando en esa nueva coincidencia sin sospechar que detrás de todo eso estaba el destino enviándole señales.

El tiempo transcurrió y en el barrio se hizo una fiesta, iban a traer unos aparatos que mostrarían imágenes de distintos lugares de la Argentina. Y allí fue cuando el niño que se sentó a su lado al ver imágenes de la Patagonia le dijo impetuosamente “mirá mirá qué linda que es” y ya no tuvo más dudas. Mudo, sin palabras que decirle aquel niño inquieto, su pensamiento ya incluía la posibilidad de poder viajar hacia el sur.….ese sur lejano y abstracto hasta entonces, pero que empezaba a cobrar forma, espacio y hasta un nombre.

Juntó unos pesos y tomó el tren….era largo el viaje pero podría ver el inmenso mundo tan diferente al que sus ojos estaban acostumbrados hasta ese día. El tren se fue acercando lentamente hasta la última estación…..llegó a la punta de riel. “Fin del viaje” se dijo aquel señor, y se quedó buscando trabajo y un hogar donde vivir. Dicho señor era mi abuelo y en esa tierra fue muy feliz porque encontró el amor y proliferó dando a la vida seis hijos. Del primero provengo yo, quien se llamaba José. Mi papá siendo mayor se fue a la capital de la república, a Buenos Aires, porque su destino estaba allá….donde diez años más tarde nací yo.

Hoy regreso al mundo de mi abuelo porque yo también tuve señales, porque está impregnado en mi nombre “José Patagonia”, porque después de investigar de saber sobre esta historia a través de relatos orales, comprendí que el sur era mi espacio, mi paraíso y que mi lugar se llamaba Puerto Deseado. Aquí estoy desde hace no más de tres años…..Mi abuelo me dejó la enseñanza, “ver las señales de aquello que titila para ir en su búsqueda….el sur me llamaba y soy feliz”.

“José Patagonia”

Desear el Vesubio

Despertar en la mañana

Tenerte….

sonrío

y me dejo acariciar

pensando que quizás

sea el momento eterno

de quedarnos así

tiesos en el tiempo y espacio

pero despierto

me desperezo

y te abrazo

quiero que esto siga así

siempre

deseo el Vesubio de Pompeya

perdurar en el tiempo

pese a morir en tus brazos y

vos entre los míos

quedarnos eternamente juntos

siendo dos cuerpos

calcinados.

Preguntas sin respuestas

Qué hago con tus sábanas rotas y con el antifaz si ya no estás conmigo ni volverás jamás….Me pregunto diariamente si vivo para olvidarte, porque tu recuerdo en mi mente recorre haciendo arte. Pero el silencio responde y mi alma queda sola en esta casa inmensa donde me sobra espacio, me sobra aire…… Fumo viendo el horizonte caer…. llanura amarilla y sedienta donde los teros ya no anuncian tu visita ni los perros ladran porque tu auto no aparece por el caminito aquel….Ya no tengo ganas de buscarte en la tapera ni quiero pedirle al cielo que te traiga otra vez. Te marchaste sin decirme adiós, sin decir por qué, hoy te dejo libre en estas líneas tratando de buscar en el tiempo esas respuestas que tanto esperé, intentando explicarle a mi alma que se encuentra sola aunque el recuerdo quiera engañarla para que se sienta bien.....

Romper con el pasado

No pudiste hacer nada más en tu poblado,

huiste al más lejano buscando vida

olvidándote quizás de la que tenías

tratando de tapar con tierra ese pasado

sin comprender que no se tapa el sol con un dedo

ni se borra lo vivido con plumero.

Quisiste ser grande y fuiste padre

pero negaste ser hijo de quien eras

y te perdiste en el presente de ser quien no sos

de ser quien todos quieren que seas,

sin comprender que se es,

según dónde se nace, educa, aprende y desea.

Buscaste un trabajo con dignidad

levantaste tu casa con sacrificio,

olvidaste a tus padres, hermanos y amigos

obteniendo soledad sin testigos,

con tristeza ahogada al recordar

que no se es feliz, si todo no sabes amar.....

Tu brillo ausente

Encontré tu mirada en la ciudad

pero no tu luz

pensé quizás me olvides

aunque mi alma de ti no se despegue.

Caminaba cuando la vi y te vi

sentí que no era tu brillo

recordé la atracción del deseo

y supe que no estabas lejos.

Pesan las horas y el pensamiento

lleva tu nombre, tu piel y tu alma

sintiendo que sigues conmigo

porque mi ser te ama y extraña.

Encontré tu mirada en la ciudad

pero no tu luz

pensé quizás me olvides

aunque mi alma de ti no se despegue.