sábado, 16 de enero de 2010

Error de amor



Vio en la niña aquellos ojitos oscuros y dulces que con su voz gritaban insistentemente llamando al hombre que le dio la vida - ¡"papá...papá...papáaaa"!. Se estremeció al ver que ese nombre lo tenía aquel que tanto quiso en el pasado. Ella, la mujer, atinó a tomarla entre los brazos para calmar su dolor mientras que él, llegaba desesperado respondiendo a esa voz pequeñita. Allí fue cuando se vieron nuevamente luego de veinte años. Él más canoso y cansado, ella más joven y feliz. Conteniendo ambos con amor a esa criatura que acababa de golpearse, estaban el padre y la maestra mirándose sorprendidos. Era el destino que los unía para remediar el error adolescente, el momento de decir lo que nunca se dijo, expresar el inmenso amor tan callado. Pero la circunstancia hizo que lo dejaran para otro día, él corrió con la niña en brazos a la enfermería, ella debió quedarse con el resto de la clase. Dejarlo para otro día fue el segundo gran error. El tiempo siguió su curso, aquel hombre inscribió en otra escuela a su niña y se alejaron nuevamente sin decir palabra, sin decir te amo, sin decirse adiós. Hoy día, ella un poco más viejita, él con un bastón amigo, viven recordándose como el gran amor que no vivió pero que siempre ha perdurado en sus corazones.

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