lleno de ausencias,
de huellas imborrables
y de heridas abiertas.
Dónde pongo las ganas
de llorar diciéndote
que todo fue mentira
que es cruel la verdad.
El silencio se clava hondo
y la boca parece cosida,
se escabulle por las fisuras
siendo sabia sin saliva.
Así son las huellas de ausencias
viven con nosotros sin decir palabras
pero al descubrirlas, hablan
y enmudecemos sin calma.
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